Mr. Taylor, la piedra rodante perdida...


Happy Birthday Mr. Taylor!


        A mediados de los años 60 hubo una generación de guitarristas blancos que llevaron el poder del blues en cada rasgueo y cada riff, como si hubiesen sido amamantados por alguna mujer de Georgia durante los tiempos de la más dura segregación racial y los albores de la lucha por los derechos civiles.  

     Algunos de esa camada, como Jimmy Page, Eric Clapton y Jeff Beck, pasaron por la gran cantera que significó Yardbirds. Otros tuvieron su catapulta en John Mayall & The Bluesbreakers, como el caso de Mick Taylor, nuestro protagonista de hoy.



     A veces nos encontramos a músicos que nacen con la estrella del virtuosismo y la fama, pero deciden tomar su propio camino. A Taylor, un guitarrista con una historia curiosa, la oportunidad le llegó en 1965 en un concierto de John Mayall & The Bluesbreakers al que Clapton, que en ese momento militaba en el grupo, no llegó. Él, ni corto ni perezoso, se acercó a Mayall en el descanso y se ofreció para tomar el puesto de Clapton, argumentando que había escuchado los discos y se sabía las canciones. Los miembros de la banda deliberaron y decidieron incorporarlo. Mayall se da cuenta del potencial del joven Mick y se queda con su número telefónico. En 1967, Peter Green deja The Bluesbreakers para formar Fleetwood Mac, y ¿quién sería el sustituto? El joven guitarrista que los había salvado aquella tarde de 1965. 

    Taylor estuvo con Mayall y compañía durante dos años y tres discos, en los cuales desarrolló su personalidad musical, antes de que, por segunda vez, la suerte tocara su puerta. Los Rolling Stones habían despachado a Brian Jones, otro personaje que encajaría perfectamente en el mismo tono y narrativa de este artículo, y con este hecho, a falta de otro guitarrista, Mayall recomienda a Taylor para colaborar con Mick, Keith y los suyos. Lo que pareció una sesión de grabación se convirtió en un ensayo y, a su vez, en el comienzo de una de las etapas mas gloriosas de la banda.  

     
     Let It bleedSticky fingers y Exile on Main St. son discos que seguramente no hubiesen sonado así sin la maestría y la colaboración del señor Taylor. Algo que no fue valorado ni reconocido por los gigantescos egos de Jagger y Richards, quienes ningunearon en numerosas oportunidades al muchacho, seis años menor que ellos. 

  Cuenta la leyenda que en la grabación de  “It's Only Rock ‘N’ Roll” en 1974, Richards trató duramente a Taylor:

—¡Oye, Taylor! Estás tocando muy fuerte. Quiero decir, eres muy bueno en vivo, hombre, pero eres inútil en el estudio.




     A pesar de haber co-escrito "Till the Next Goodbye" y "Time Waits for No One”, no apareció en los créditos. Su guitarra tampoco sonó en varias tomas, borradas por Richards. Gestos así hicieron que Taylor acabara dejando la banda, y 40 años después sigue diciendo que no recuerda muy bien por qué lo hizo. 
  
    Este músico excepcional siguió trabajando en su carrera solista y colaborando con otros artistas. Incluso se reunió con los Rolling en 1981, y luego de eso colaboró con ellos en alguna grabación, tanto de la banda como en los trabajos personales de cada Stone. Trabajó también con Bob Dylan, Jack Bruce y con la banda de Bill Wyman a principios de los 90. 



     La última vez que se subió a un escenario con los Stones fue en el Festival de Glastonbury el  29 de junio de 2013. Habían pasado casi 44 años desde su debut en el mítico concierto gratuito del Hyde Park en honor a Brian Jones, que había fallecido un mes después de salir —o ser echado— de la agrupación.



     A pesar de su notable carrera, pocos conocen a este diamante que brilló con tantísima fuerza y que la suerte le reservó tocar en la liga más grande del Rock & Roll universal.

Hoy 17 de enero de 2018 cumple 69 años. Así que… ¡Feliz cumpleaños Mick !

Autor: Chux Oliveira - The Pop Shaker

Edición: Gerardo Guarache Ocque  -  https://gagueando.com/



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